¿Qué es la Taurofobia?
El miedo a los toros, también conocido como taurofobia, es el miedo patológico, extremo e irracional que puede poseer una persona hacia los toros.
Es considerada como una fobia específica, en la que se desencadena una respuesta de ansiedad y temor por parte de individuo hacia el objeto específico de su temor.
Esta fobia está incluida dentro del miedo hacia los animales, o como comúnmente se le llama, zoofobia.
Al no ser un trastorno común, el término taurofobia es mal utilizado por muchas personas al referirse al miedo o desprecio a las corridas de toros.
Las fobias comúnmente se desarrollan debido a un evento traumático en donde la persona es expuesta al objeto y sufre algún daño relacionado directa o indirectamente con él.
Los expertos también indican que pueden desarrollarse por factores genéticos y ambientales, y que se dan mayormente durante la infancia de la persona.
Un ejemplo de algún evento traumático con relación a esta fobia podría ser una persona que haya tenido contacto con un toro y este por alguna razón la haya agredido.
Síntomas de la taurofobia
Los síntomas más comunes de la taurofobia son: dificultad para respirar, respiración acelerada, irregularidad en el ritmo cardiaco y mucha sudoración.
Los pacientes con presentaciones crónicas del trastorno pueden sufrir de temblores incontrolables, sequedad de la boca y ataques de ansiedad.
Si el individuo es sometido de forma inadecuada al estímulo, puede sufrir incluso de un ataque de pánico.
Estos síntomas pueden cambiar dependiendo de la persona y del grado de temor que posea la misma hacia los toros en este caso.
Tratamiento para superar la taurofobia
Antes de proceder a realizar cualquier tratamiento, debe tenerse un diagnóstico por parte de un profesional de la salud.
Además, es importante que el paciente admita que posee una fobia (de ser así el caso), y saber que estas no desaparecen solas, deben ser tratadas.
De hecho, el 90 % de los pacientes tratados presenta una mejoría considerable.
Dentro de la terapia psicológica, la psicoterapia es el tratamiento más utilizado.
El método consiste en mostrarle al paciente las causas de su fobia, y le enseña poco a poco a dominar los ataques de pánico ante los estímulos desencadenantes.
Otro método muy utilizado es la terapia de exposición, donde el profesional acerca al paciente cada vez más a aquello a lo que le teme, hasta que aprenda a convivir con eso.
Un enfoque parecido a la terapia de exposición es la desensibilización sistemática, en la cual se utilizan, en vez de estímulos reales, la imaginación del paciente para ayudarlo a convivir con el objeto de su temor.
Otros tratamientos consisten en programación neurolingüística, métodos de choque y coaching.
Las técnicas para controlar la respiración y la tensión muscular también pueden ser de ayuda.
Aunque no existe ningún tratamiento farmacológico que ayude a mejorar los síntomas, la terapia suele tener buenos resultados, y quienes padecen este trastorno tienen un buen pronóstico.
Algunos médicos pueden recurrir a recetar medicamentos dependiendo del nivel de ansiedad y falta del control de pánico que pueda poseer la persona.
Puedes ver el vídeo donde se muestran las mejores imágenes de toros bravos: