¿Qué es la escotofobia?

La escotofobia

Todos nosotros en algún momento hemos tenido escotofobia cierto temor a la oscuridad, se trata de un comportamiento totalmente involuntario.

Es simplemente un acto de supervivencia y un inconsciente temor a lo desconocido y a lo que no podemos ver, pero en el caso de la escotofobia hablamos de otro nivel de temor; aquí hablaremos del miedo irracional y extremo a la oscuridad, esto implica evitar cualquier lugar que presente oscuridad y en algunos casos puede experimentar ansiedad de solo pensar en esa clase de lugares.

Este temor va más allá del comportamiento humano, por motivos de la supervivencia del ser, el humano evita inconscientemente cualquier lugar donde se dificulte la visión, es una situación de alerta que puede presentar peligros que se vuelven más amenazadores si no los podemos identificar.

Síntomas de la escotofobia

Identificar la escotofobia no es sencillo; como anteriormente lo dijimos el miedo a la oscuridad es un acto de supervivencia adherido a nuestro ADN. El hecho de no poder ver el mundo que se encuentra a nuestro alrededor es suficiente motivo de ansiedad y temor.

A la hora de identificar la escotofobia se tienen que tomar en cuenta una serie de características, entre ellas tenemos que el miedo sufrido por la oscuridad es totalmente desproporcionado, es decir, la fobia debe detonar incluso en situaciones en las cuales el individuo sabe que no hay ninguna clase de peligro, las otras dos características corresponden a la ausencia de una razón por parte del afectado para la ansiedad que sufre y que el miedo persiste en cualquier momento, es decir que no importa la situación o el lugar, el individuo no será capaz de aplacar la ansiedad.

Tratamiento para superar la escotofobia

Como la gran mayoría de las fobias, sobre todo esta clase de fobias que puede ser invalidante para el individuo, el tratamiento más eficaz es la psicoterapia, ya que los medicamentos no son lo suficientemente eficaces y tendrían que ser ingeridos durante periodos prolongados, cosa que nunca es buena.

Como en otros casos donde el miedo no posee una razón aparente, la terapia cognitiva conductual es la mejor opción, donde se entrena al individuo mediante exposición y relajación.

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