El mundo puede ser un lugar realmente aterrador, lleno de una gran cantidad de factores externos capaces de impartir temor en el ser humano.
¿Qué es la autofobia?
Existe una fobia particular que no está vinculada de manera directa con esos factores externos mencionados anteriormente: la autofobia.
La autofobia, también conocida como monofobia, se refiere a la imposibilidad de quedarse solo físicamente.
Fobia a uno mismo
Quienes padecen este trastorno presentan una inquietud extrema y descontrolada frente al hecho de encontrarse únicamente consigo mismos.
En la mayoría de los casos los afectados relacionan la soledad con falta de amor, con sentirse ignorados o con amenazas de algún intruso.
Expertos aseguran que la autofobia no se relaciona únicamente con el hecho de no poder estar solos, sino también no poder confiar en uno mismo al verse en esa situación.
Esto implica que quienes padecen esta fobia se vean en la constante necesidad de tener a alguien a su alrededor que los cuide o proteja.
La gravedad de la autofobia puede variar ampliamente, por lo que en algunos casos la persona puede sentirse cómoda únicamente al tener a alguien más en la misma habitación, así como existen otros casos en los que solo necesitan saber que no están solos en una casa o cualquier sitio en general.
En algunos casos de autofobia las personas son totalmente conscientes de que estar solos no les representa ningún tipo de amenaza, por lo que se sienten culpables de no poder controlar el inexplicable sentimiento de angustia.
Síntomas de la autofobia
Los síntomas de la autofobia pueden variar dependiendo del paciente, pero entre los más predominantes podemos encontrar la constante sensación de peligro y el temor a sufrir una catástrofe en cualquier momento y que no haya nadie capaz de ayudarle.
Aunque los expertos han encontrado cierto vínculo del temor a estar solos de quienes padecen autofobia a los desastres naturales (sismos, tormentas, ser alcanzados por un rayo y otros), también hay una gran tendencia a sentirse en contante amenaza a ser robados o a sufrir cualquier tipo de emergencia médica como un ataque al corazón.
Quienes sufren este trastorno tienden a alarmarse con cualquier sonido extraño o de procedencia desconocida.
También es bastante común que un autofóbico se obligue a sí mismo a mantener relaciones de co-dependencia o tóxicas con la simple finalidad de apartarse de la soledad. Aunque la fobia a la soledad es realmente la monofobia.
Tratamiento para superar la autofobia
Existe una serie de vías terapéuticas que pueden ser utilizadas en el tratamiento de la autofobia.
Entre ellas se podrían mencionar la terapia de conversación, la hipnosis, entre otras.
Cuando se trata de casos en los que el trastorno no se ha desarrollado de manera menos agresiva se puede recurrir a la terapia a través de grupos de apoyo que den pie a compartir los fundamentos del miedo y a escuchar experiencias externas que ayuden a abordar el proceso de superación.
Debido a que la autofobia debe ser contemplada como una fobia paralela a un trastorno de ansiedad, su tratamiento debe abordarse con mucha paciencia para descubrir su causa y posteriormente elegir la técnica adecuada para su resolución.