¿Qué es la algofobia?
La algofobia es un tipo de fobia específica altamente prevalente entre la población anciana y los niños. Esta alteración se caracteriza por temer en gran medida a cualquier tipo de experiencia relacionada con cualquier tipo de dolor.
Fobia al dolor
Las personas que padecen este trastorno pueden desarrollar una elevada obsesión por cualquier situación, circunstancia o elemento que pueda producir sensaciones de dolor.
De este modo esta aversión puede afectar notablemente a la calidad de vida de las personas y modificar su comportamiento habitual.
En síntesis, en este tipo de aversión el elemento fóbico es el dolor como experiencia y/o sensación, destacando que lo que teme una persona con la misma es la percepción subjetiva de dolor.
Síntomas de la Algofobia
Los trastornos de ansiedad se caracterizan por producir una sintomatología física determinada.
En el caso de la misma, los síntomas físicos experimentados pueden variar notablemente en función de cada caso.
Por ello, las respuestas de ansiedad pueden adoptar distintas formas y modalidades diferentes en cada persona.
En este sentido, se puede experimentar incremento del ritmo cardiaco, aumento de la frecuencia respiratoria, dilatación de las pupilas, sudoración excesiva y tensión muscular son algunos de los síntomas más visibles.
De igual manera, los dolores de cabeza o estómago, la sensación de vértigo, los mareos, y las experiencias de irrealidad son otros de los síntomas físicos que pueden aparecer en esta fobia.
Por otro lado, el otro grupo de síntomas que definen la respuesta de ansiedad son esos relacionados con el pensamiento y la cognición del individuo.
De hecho, los síntomas físicamente apreciables siempre van acompañados de una serie de pensamientos con los que se retroalimentan.
Los pensamientos pueden presentarse de diversas formas en función de cada caso, y las cogniciones relacionadas al temor del estímulo temido acostumbran a ser numerosas y difíciles de controlar sin ayuda de un especialista.
De igual manera, todas ellas se caracterizan por poseer un contenido altamente negativo sobre el estímulo fóbico.
Por ende, las personas que sufren de algofobia desarrollará gran cantidad de pensamientos negativos tanto sobre la experiencia de sentir dolor como de su capacidad para hacer frente a este tipo de situaciones.
Cómo tratar la Algofobia
Es importante destacar que la terapia que se ha mostrado más eficaz en la intervención de la algofobia es sin lugar a duda el tratamiento cognitivo conductual.
El factor que pudiese incrementar la respuestas de ansiedad y el miedo de esta fobia es la evitación que las personas realizan sobre los estímulos que pueden producir dolor.
De este modo, el aspecto básico que se trata es la exposición a dicho miedo gradualmente, impidiendo que el individuo evite sus situaciones temidas y se vaya aproximando a ellas hasta superar el miedo fóbico.
En algunos casos, la exposición directa o en vivo puede resultar difícil de asimilar por el paciente, por lo que también se utiliza con frecuencia la exposición en imaginación.
Asimismo, la terapia cognitiva es de gran valor a la hora de modificar todos esos pensamientos distorsionados acerca del dolor y la enfermedad.